Dejar solo a tu perro, puede provocarle ansiedad por separación, normalmente provocada por una excesiva dependencia del dueño. Puede ser consecuencia de que el perro haya sido destetado demasiado pronto, abandonado o simplemente puede deberse al temperamento del perro. Por ejemplo, puedes dejar a tu perro solo durante veinte minutos mientras haces la compra corriendo y cuando vuelves, el perro ha volcado la basura en el suelo de la cocina, ha destrozado una almohada o ha orinado en su pasillo. Si este tipo de conducta ocurre a menudo, puede que tu perro padezca de ansiedad por separación.
Dependencia excesiva
La ansiedad por separación es frecuente en los perros y su causa habitualmente radica en una excesiva dependencia del dueño. Esta dependencia puede ser el resultado de que el perro haya sido destetado demasiado pronto, abandonado o simplemente puede deberse al temperamento del perro. Tratar este problema es difícil pero no imposible. Teniendo paciencia puedes superar la conducta destructiva asociada a esta ansiedad. Los tipos de conducta comúnmente asociados al problema son orinar y/o defecar en lugares inapropiados, destrozar las cosas, ladrar o aullar en exceso, negarse a comer o beber, morder o lamerse a sí mismo. O también cuando vuelves a casa, el saludo es normalmente prolongado y demasiado entusiasta.
El castigo no es una respuesta
Castigar a su perro es lo último que deberías hacer en esta situación. No será capaz de asociar el desorden que ha creado mientras estabas fuera, con el castigo que recibe unas horas más tarde. Es posible que tu perro actúe como si se sintiera culpable, pero es sencillamente una conducta sumisa – los perros no sienten la culpa pero pueden anticipar un castigo.
La mirada baja, la cola entre las patas, tumbarse panza arriba, todo esto son formas de mostrar sumisión, no culpa. Básicamente, está diciendo «Vale, sé que eres el dueño. No me regañes. El castigo trata únicamente los síntomas de la ansiedad por la separación, pero no su causa principal.
Idas y venidas
La mejor manera de tratar el problema es reducir la dependencia y la ansiedad que siente tu perro. Es posible hacerlo simplemente acostumbrando a tu perro a que la gente entre y salga de casa. Cuando te vayas, no hagas alboroto ni des demasiada importancia a despedirte ya que esto sólo aumentará la ansiedad. De la misma manera, cuando vuelvas salúdale cordialmente sólo cuando se haya tranquilizado. Cuando tu perro se haya acostumbrado a salidas cortas, aumenta la duración gradualmente. Tu objetivo es poder irte de casa y volver sin que el perro entre en el estado de frenesí o se comporte mal cuando no estés.
Cuando pueda dejarlo solo durante más o menos una hora, puede estar bastante seguro de poder dejarlo solo durante toda una mañana o tarde. ¡Simplemente ignórelo! Si sigues teniendo problemas con tu perro, posiblemente necesitas enfrentarte a la dependencia de una manera directa. Es duro, porque tendrás que ignorar a tu perro durante una o dos semanas. Si tienes ocasión, pídale a alguien que alimente, pasee y juegue con el perro, o mejor aún, encuentra a varias personas que puedan hacerlo. Ignorar a tu perro no te será fácil, sobre todo si busca su atención desesperadamente, pero después de un par de semanas verás que el perro se te aferra mucho menos.
Como siempre, si tienes dificultades con tu perro deberías consultar a tu veterinario quien podrá determinar si esa mala conducta está provocada por la ansiedad por separación o por algún problema médico subyacente. Asimismo, el veterinario podrá recomendarte a un buen especialista en conducta de mascotas quien te ayudará a solucionar este problema.
Fuente: https://www.hillspet.es/dog-care/behavior-appearance/dog-separation-anxiety